Nuestro país cuenta con yacimientos mineros en varias zonas geográficas del territorio nacional, que alojan minerales metálicos y no metálicos de gran importancia para el ser humano.

En estos yacimientos se puede encontrar: oro, plata, níquel, cobre, bauxita, mármol, piedra caliza y granito, así como ámbar y larimar, característicos de la República Dominicana. En el año 2018 fuimos el país que más oro produjo en América Latina y el cuarto en el mundo con un total de 30,1 toneladas.

República Dominicana tiene un excelente potencial geológico. En casi todas sus regiones hay minerales metálicos o no metálicos alojados en reservas no explotadas. Aunque las actividades mineras más importantes se localizan actualmente en la región Central, las regiones Sur, Este y Norte tienen mucho que ofrecer a los inversionistas y empresas mineras.

Entre los proyectos mineros más importantes que se llevan a cabo actualmente en el país están:

• La explotación de ferroníquel en la provincia Monseñor Nouel, realizada por Falconbridge Dominicana (Falcondo).
• La explotación de oro y plata en la provincia Sánchez Ramírez, llevada a cabo por la empresa Barrick Gold Corporation.
• La explotación de cobre y zinc de la Corporación Minera Dominicana (CORMIDOM), localizada en el municipio de Maimón, provincia Monseñor Nouel.

Para encontrar esos lugares es necesario agotar la primera etapa del ciclo minero denominada exploración, cuya finalidad es localizar yacimientos mineros y estimar la cantidad y calidad del mineral, utilizando conocimientos geológicos.

Hay áreas donde no es posible realizar cateos, reconocimiento o prospección, puesto que forman parte de parques nacionales, reservas naturales y otras categorías de áreas protegidas. Tampoco se permite realizar proyectos mineros en lugares arqueológicos, zonas urbanas o reservadas para la defensa nacional.

En el Ministerio de Energía y Minas no apoyamos la exploración ni el desarrollo de proyectos mineros en zonas que forman parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas. Velamos por el cumplimiento y la correcta aplicación de las normas de preservación, conservación y adecuado manejo de las áreas terrestres o marinas que poseen ecosistemas representativos de la biodiversidad y el patrimonio natural de la República Dominicana, considerándolas como zonas excluidas o prohibidas para la actividad minera.

La vida útil de un proyecto minero varía en función de los recursos minerales de los yacimientos, factores técnicos-económicos (ritmos de explotación, explotaciones metalúrgicas, costos), medioambientales o regulatorios.

Según sus diferentes etapas, el ciclo de vida de un proyecto minero pudiera desarrollarse en una línea del tiempo que podría incluir los siguientes periodos:

• Fase de exploración, que puede oscilar entre 3 y 11 años, en promedio;
• Fase de construcción de infraestructuras e instalación del montaje, que puede oscilar entre 3 y 6 años;
• Fase de explotación, que puede oscilar entre 10 y 50 años en promedio y según la cantidad de material a extraer y la vida productiva de la mina;
• Cierre de la mina, que puede oscilar entre 1 y 5 años. Se trata de una fase progresiva y debe iniciarse tan pronto un área de trabajo deje de ser utilizada.

Es decir, un aproximado del ciclo de vida de un proyecto minero pudiera abarcar entre 15 y 60 años, en promedio.

En realidad, no. Las concesiones mineras sólo confieren el beneficio de explotación y aprovechamiento de yacimientos minerales, por lo cual es necesario que la empresa minera llegue a acuerdos con los propietarios de los terrenos que están ubicados en la zona de influencia para que puedan realizar las infraestructuras de la mina.

El objetivo de este proyecto de ley es actualizar la normativa que regula el sector extractivo desde el año 1971, especialmente en materia socioeconómica y jurídica, procurando fortalecer la calidad de gobernanza en cumplimiento con los estándares que promueve la Iniciativa de Transparencia en la Industria Extractiva (EITI).